Propósito (Basado en hechos reales)

Propósito (Leer con: "With you, Tonight" Matt Wertz)

El pasillo se hacia eterno hasta una vieja puerta de madera blanca, donde aun perduraban las huellas de todos aquellos que la abrieron, ese toque de distinción viejo y del color del pasado.

Sara permanecía inmóvil ante la puerta, miraba a su alrededor sin apenas conseguir ver a nadie, excepto a algún perdido como ella que todavía buscaba su clase. Cerró los ojos, inspiro fuerte, tomo con fuerza el pomo que para ella representaba una extensión de la puerta en llamas al rojo vivo, y entró… Por sorpresa para ella nadie se fijó en ella o eso creía.

Buscó un sitio donde poder sentarse y pasar desapercibida. Sara no conocía a nadie y nadie conocía a Sara, así que con toda la parsimonia del mundo y observando detenidamente a cada uno de los que estaban en clase consiguió un pequeño sitio en la última fila.

Intentando incorporarse a la clase tan rápido como podía agachó la cabeza y sacó los libros y cuadernos, los puso sobre la mesa y al levantar la cabeza se encontró con los dulces ojos marrones del chico que tenia justo delante observándola tímidamente.

No le dio tiempo de decir hola cuando el misterioso chico se giró.

Las semanas pasaron largas para Sara, tenía en su contra no conocer a nadie y que nadie se acercase a ella para hablar, excepto una chica que repetía curso con la que últimamente había estado hablando bastante.

Sara no podía reprimir lo que había estado pasando por su cabeza desde el primer día que vio al chico de delante, podían pasar las horas enteras que ella no dejaría ni un solo segundo de mirar su espalda, de analizar todos sus gestos y de preguntarse por que era el chico perfecto. Ella lo sabía perfectamente, todos aquellos gestos como alargarse las mangas de la camisa para resguardar sus finos dedos con ella, esa sonrisa tan perfecta, el color de pelo castaño claro que siempre había soñado en su chico perfecto, su timidez, la forma de andar tan paciente como si el tiempo pudiese esperar…

Los días pasaban, los meses y la tensión era cada vez mayor entre Sara y el chico.

Ella solo conocía su nombre únicamente por las veces que la profesora le había nombrado pasando lista. Extrañamente Ethan, que era así como se llamaba, al igual que Sara, no se relacionaba absolutamente con nadie, siempre se sentaba solo y ninguna persona de clase sabía nada de él.

Los únicos testigos de este raro enamoramiento eran los profesores que observaban impasibles como Sara se pasaba las horas empanada mirando a Ethan y como Ethan hacia lo imposible por poder darse la vuelta aunque solo fuese para mirarla una vez más, todos los sabían ya a final de curso donde todavía ninguno de los dos se había atrevido a decirse hola, Ethan ignoraba al profesor cada vez que corregía los ejercicios para poder pedírselos a Sara mas tarde y Sara perdía apuntes a propósito para más tarde intentar sacar todo el valor de su cuerpo para pedírselos a Ethan.

Era evidente como ambos sin conocerse y haber hablado nunca estaban totalmente enamorados el uno del otro. Pequeños gestos que hacían que los días para ambos pasasen entre sonrisas, miradas y complicidades, Ethan siempre reía desde el asiento de delante todas las gracias que decía Sara y esto para ella era como un soplo de aire fresco, mas sabiendo que el chico no se inmutaba por nada, nunca reía y jamás hablaba con nadie.

La última semana de clase Sara notaba muy atento del móvil a Ethan, incluso ausente.

Tuvo la ocasión perfecta para sentarse a su lado y hablar con él cuando todos abandonaron la clase en un descanso y no quedó nadie dentro… Ethan se levantó para ir al servicio y mojarse la cabeza por el calor como siempre hacia y volvió, Sara nerviosa y taquicardita se levantó de nuevo, también, para ir al servicio darse unos cuantos golpes contra la pared por no ser capaz de soltar un simple hola y volvió a clase a cortos pasos y más nerviosa que nunca. Ethan esperaba allí con un codo por encima de la silla y apoyándose en la mesa de ella, mientras miraba a Sara como entraba a clase, esto la puso más nerviosa y no fue capaz de levantar la mirada del suelo. Camino susurrando para sus adentros maldiciones hacia ella misma y se sentó. Los segundos eran eternos, la tensión insoportable y ninguno de ellos pudo pronunciar una palabra, en los ojos de Ethan se dibujó la resignación.

La profesora entro y dejo caer a estos dos chicos que miraban impasibles el suelo como si algo se hubiese posado en él que habían tenido el descanso más largo de todo el curso. Ambos asintieron vergonzosos y de nuevo la clase se llenó

Al día siguiente Sara estaba tan enfadada por lo que había pasado que tejió un plan perfecto. Ese día sin pánicos se iba a sentar al lado de Ethan, le iba a decir hola e intentaría mantener aunque solo fuesen dos minutos, una charla con él.

Se vistió con la ropa que sabía que a Ethan le gustaba se puso la colonia que hacía que el chico doblara sus piernas agarró fuerte el pomo de la puerta y decidida como nunca entró a clase y sentó esta vez una fila delante de la cual se solía sentar, justo al lado del asiento de Ethan. Los minutos pasaban y el chico no llegaba, ella era consciente de que ese día había llegado demasiado pronto pero algo no iba bien…

La tristeza se apoderó de Sara cuando el timbre para ir a casa sonó y su eterno enamorado no había aparecido. La situación se repitió durante días y días.

Ella desesperada intento pedir su número de teléfono pero nadie le conocía, en secretaria no podían dárselo y la única opción que le quedaba era esperar a que apareciera.

Ethan no acudió a recoger las notas, no volvió a aparecer por clase y Sara lamentó el resto de sus días no haber hablado con él ese día donde ellos dos quedaron solos…

Con lagrimas de impotencia cada día iba a clase con la ropa que le gustaba a Ethan, compraba cosas aposta para ella que sabía que le gustarían al chico y hacia todo por él… Pero Ethan nunca aparecía

Un día de verano mientras Sara caminaba por la calle vio un coche desde lejos, no podía confundirse, era la sonrisa de Ethan, podría reconocerla desde kilómetros, y en efecto, demostró que era él cuando a unos metros pasó este coche y Ethan quedo sonriendo a Sara.

Sara nunca más volvió a ver a Ethan, sufrió cada noche en su cama y lamento su timidez… Le buscó en todas las páginas de contactos, en cada rincón de la ciudad y nunca pudo dar con él

Nunca supo si verdaderamente había perdido para siempre a su chico perfecto y si verdaderamente había estado enamorada, solo sabía que si algun día Ethan volvia a aparcer en su vida se lanzaria a sus brazos sin pensar jamas en el que pasará...

Y así el tiempo pasó ...

5 comentarios:

M dijo...

Es una historia preciosa, me ha encantado y más con la música de fondo (la canción me ha gustado mucho). ¿De verdad te pasó algo parecido? Si es así lo siento mucho, pero me pregunto quién serías tú Sara, Ethan o un espectador...
Deberías escribir más a menudo, porque se te da muy bien=)
Besos

M dijo...

La verdad es que sí, sería muy interesante conocerla desde el punto de vista de Ethan, me gustaría que la escribieses =)
Besos

P.D. me has dejado con la duda ¬¬ me podrías dar una pista aunque sea ¿no?

Anabel Botella dijo...

Pues si esto es verídico, es un poco duro, pero nunca debemos perder las ocasiones de hablar con la gente que realmente nos gusta. Nunca se sabe lo que puede ocurrir.
Saludos desde La ventana de los sueños.

LnaWondering dijo...

Precioso y durísimo a la vez, pero en resumen me ha encantado en serio. Opino lo mismo que Marina, deberías escribir más amenudo ^^
un besito

Natuu.. dijo...

Sencillamente... hermoso..

wCk!